PLAGAS

 
ÁFIDOS O PULGONES.
  Aparecen sobre los brotes tiernos colonizando el envés de las hojas apicales que se arrollan como consecuencia de las picaduras. Sus daños directos no son importantes pero pueden ser portadores de numerosas virosis. Destaca Amphorophora rubi, pequeño áfido de 3 mm de longitud y color verde amarillento. Su control es posible mediante pulverizaciones a base de sulfato de nicotina y la utilización de insecticidas sistémicos como Thiodam, Systox, etc. Se ha observado que las plantas más vigorosas son menos atacadas por lo áfidos, probablemente porque los brotes más suculentos y lozanos no son apetecidos; por ello, todas las prácticas culturales capaces de promover una vegetación vigorosa constituyen un buen método de lucha preventiva. También se pueden emplear trampas cromáticas amarillas.  
 AGALLAS DEL TALLO.

Están provocadas por la larva de un insecto cecidómico,
Lasioptera rubi. Cada larva forma una agalla y permanece en su interior hasta la primavera siguiente; la nudosidad que se forma obstaculiza el flujo de savia y el tallo deja de fructificar. Para su control basta con realizar una poda invernal de los rebrotes afectados si la agalla está en posición basal, o bien cortarlo por debajo de la nudosidad si ésta se encuentra en posición apical. Los ramos afectados deben ser quemados.

DESCORTEZAMIENTO DEL TALLO.

Las larvas del insecto
Thomasiniana theobaldi provoca excoriaciones y manchas violáceas en la corteza de los brotes. La corteza se agrieta y las zonas expuestas son vía para el ataque de numerosos hongos (Verticilium, Fusarium, etc.). Como lucha se aconseja tratar el suelo con insecticidas tipo Aldrín, en el mes de abril, cuando van a aparecer los adultos de la primera generación, ya que es en el suelo donde las larvas adultas realizan un pequeño capullo, de donde emergen más tarde los adultos. 

ANTÓNOMO DE LAS FLORES.

Es un pequeño coleóptero curculiónido de color negro que daña las flores del frambueso, ya que corta su pedúnculo y pone los huevos dentro de los botones florales. La larva se desarrolla en el interior de la yema floral, alimentándose de sus tejidos. Generalmente los tratamientos empleados son los mismos que para combatir los gusanos del fruto.
 

GUSANOS DE LOS FRUTOS.

Los coleópteros Byturus tomentosus y Byturus fumatus ocasionan graves daños en los frutos, haciéndolos no comercializables. Los adultos ponen un suelo huevo por flor de donde emergen unas larvas amarillentas y pelosas que se nutre del receptáculo del fruto, perforándolo con numerosas galerías. También se alimentan de algunos frutos antes de su maduración. La lucha debe realizarse antes de que los adultos pongan sus huevos, a finales de abril, cuando los botones florales está todavía cerrados. Se pueden emplear productos a base de Servín, Diazinon o Guthion.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, no te ha pasado que hay algunos puntos negros en la frambuesa?, normalmente no manejo frambuesa por eso se me hace raro, sera alguna enfermedad o plaga?, espero me puedas ayudar

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